Leer posee varias contraindicaciones importantes, en un inicio, el sistema se vuelve lento, las contribuciones se vuelven lentas y cuestionadas (como en el Teletón); el libre albedrío invade a las piezas del sistema y se hacen concientes de la monotonía en la que han vivido gracias a la manipulación de masas. Hay conciencia de la individualidad y del grupo o subgrupos con ideas coincidentes y tangenciales así como del hecho de que es posible funcionar a un ritmo propio y no al marcado por las tendencias que imponen los intereses de unos cuantos. Los movimientos culturales permanecen -por diversos que sean- en la conciencia colectiva, la opinión está a flor de labios y fluye rauda en forma de crítica constructiva y edificadora muy pero muy lejos del caos anárquico con el que el sistema se esfuerza en publicitar a los que leen, haciendo creer a los que no, que en la lectura se encuentra el infierno en vida. Pero olvidan decir que para el sistema.
Por otro lado, la lectura constante en los individuos descentralizan las ideas comerciales y lastima a la economía como la conocemos -un monstruo avaricioso-; el consumo deja de estar guiado por los intrumentos de manipulación masiva y se abre a una serie de posibilidades imposible para quienes no tienen la lectura como algo habitual en sus vidas; las personas lectoras regresan -en gran medida- la importancia al ser y no al tener como es frecuente entre quienes no tienen a los libros como consejeros espirituales. Y claro, al sistema no le importa que seas, es más, hay una lucha constante contra el "ser" favoreciendo el "pertenecer" y el "tener" como valores fundamentales aunque mediocres. Con la lectura, las piezas del sistema de pronto descubren que no es necesario tener la figura ideal -al menos no por el falso sentido de la estética a la que nos someten las modas de las grandes marcas aunque si por salud-, que no es necesario tener el mejor auto, el mejor traje, el mejor gadget sino que lo importante es dejar una marca en el paso por la vida -que para más inri, es mucho más breve para el lector, pero también mucho más disfrutable- lo que por supuesto también es nocivo...para el sistema.
Pero sin duda, entre todas las contraindicaciones de leer que pudieramos mencionar, hay dos verdaderamente graves...para el sistema.
1. La lectura constante -aunque no cualquier lectura- te convierte en un individuo social lo cual pudiera parecer contradictorio en primer lugar; y quizá para explicarlo no haya nadie mejor que Nash (http://scm.org.co/aplicaciones/revista/Articulos/735.pdf) pero lo intentaré; un individuo social no renuncia a sus sueños y a sus propios estándares de bienestar pero sabe que alcanzarlos depende en gran medida de una sana interacción social y de una distribución equitativa de la riqueza; mientras la sociedad esté organizada y educada, las oportunidades serán más y mejores cada vez por lo que existe una mayor probabilidad de alcanzar los intereses individuales cumpliendo antes los colectivos. En pocas palabras, la lectura convierte al lector en un "izquierdista" o "rojo" como de forma peyorativa los medios controlados llaman a quienes entienden el equilibrio social como base fundamental para la autorealización individual. No es coincidencia entonces que la mayoría de los intelectuales de cualquier país adopten ideas de izquierda como respuesta a un sistema voraz y de intereses personales. Pésima contraindicación...para el sistema.
2. La lectura -aunque no cualquier lectura como en el punto anterior- te libera de los dogmas religiosos que los medios masivos utilizan para sensibilizar y someter al gobernado; te forma una visión que busca la verdad más allá del fanatismo y por supuesto reconcilia posturas radicalmente diferentes en el respeto mútuo y la tolerancia. Te muestra, que el ateo más declarado puede ser también una persona de principios inquebrantables y que el fanático más religioso puede a la vez tener una moral flexible y conveniente -o viceversa-. Te libera del sentimentalismo dirigido -como llamo yo a la sensibilería barata y esclava de intereses corporativos- y te permite voltear tus ojos a la pobreza circundante al alcance de tu vista y manos. En un sentido religioso y apegado al cristianismo: leer te muestra diferentes ángulos de la verdad y la verdad nos hace libres.
Leer, como lo has hecho hasta aquí, tiene profundas inconveniencias y contraindicaciones para el sistema; por supuesto, es nuestro deber además de leer, hacerlo seleccionando autores que garanticen criterios divergentes y diferentes ángulos de la verdad; es nuestro deber mantener la mente abierta para aceptar que podemos estar equivocados con respecto a un punto de vista, para aceptar que hay gente más informada que nosotros y para aceptar nuevas variables en las ecuaciones que siempre hemos creído como verdad.
Recuerdas "Matrix"? leer es como tomarse la pastilla roja. Lee...quédate en el país de las maravillas y descubre que tan profundo es el agujero del conejo.
Gracias por leer.
3 comentarios:
Excelente, me gusto mucho.
Me resulta interesante que escribes principalmente sobre "leer" y "lectura" y casi no mencionas (lo haces solo una vez) al "libro". Cierto es que hay diversos tipos de lecturas, desde las enormes enciclopedias, pasando por los libros, todo el oceáno digital de letras, hasta los subtítulos en las películas gringas y las revistas, pasquines y afiches que tanto gustan a los mexicanos.
¿Hay malas lecturas, Raul? Casi termino una antología de cuentos hispanos de mas de 700 páginas que me costó menos de 150 pesos y que edita el FCE. ¿Qué he aprendido? Mucho y poco. Mucho en lo referente a la estructura del cuento, a los subgéneros, a los estilos. Poco, si lo evalúo en base a tu post.
Y lo peor, (o mejor, la ambivalencia es inquietante) es que sí es profundo el agujero. Y no pienso salir.
Te mando un saludo!
Gibrán: Creo que hay malos autores, algunos pagados por las mismas empresas de manipulación masiva y contratados para forjar y mantener ideas erróneas. Finalmente, la historia casi siempre la escriben los vencedores. Para muestra, habría que esperar los libros de texto gratuito de los próximos seis años.
Creo que la lectura que disfrutamos ambos -la ficción, la novela, entre otros géneros- son siempre importantes porque nos enseñan a cuestionar, estimulan la imaginación y en general nos hacen más observantes de los detalles.
Un cordial saludo para ti mi amigo lector...
Cdoa: Que bueno que te gustó el post. Un abrazo.
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